Autor: Pilar Pascual
Editorial: Pearson
Año: 2002
El método Orff da propuestas pedagógicas para estimular la evolución musical de los niños y
desarrollar su sentido rítmico, la improvisación de sonidos y movimientos como
una forma de expresión personal.
Este método busca que el niño sea activo y le da especial
importancia a la difusión de instrumentos musicales en las escuelas, como
material didáctico fundamental para los estudiantes.
El creador de éste método fue Carl Orff (alemán del siglo
XX), quien fue director de orquesta y educador musical principalmente de niños y
publicó cinco volúmenes para los niños y adolescentes de acuerdo a la edad de
estos.
La base de la obra pedagógica orffiana se expresan en los
términos “palabra, música y movimiento” y dichos términos se practican a través del ritmo, la melodía, armonía y
timbre dando el tiempo a la improvisación y creación musical. Sin embargo, esto
no llevó a Orff a “imponer” un método pedagógico, sino más bien a dar
propuestas y sugerencias como: el descubrimiento
de las posibilidades sonoras del propio cuerpo, la utilización de canciones
pentatónicas, la calidad y color de los instrumentos llamados Orff,
la consideración de la voz como el instrumento más importante, el
protagonismo del alumno a quien se le invita a hacer música, la
prioridad del ritmo, la variedad de elementos (recitados, movimientos,
canción, instrumentos, etc.) y la importancia de la palabra para
introducir ritmos. (p.206)
La práctica pedagógica de Orff considera, tal como
se señaló anteriormente, el cuerpo como
un instrumento musical, dotado
de características tímbricas diversas (llamados gestos sonoros). Orff trabaja
con cuatro planos sonoros: chasquidos de dedos, palmas, palmas en rodillas y
pisadas.
Considera el lenguaje y las palabras como medios
para acceder al ritmo. Este método trabaja principalmente con recitados que tienen
rimas y estrofas útiles para emplear vocabulario, entonación y distintas
estructuras rítmicas. Otra propuesta del método para trabajar la relación de
palabra y ritmo consiste en poner ritmo a un texto o al revés, poner texto a un
ritmo dado.
La mayoría de las melodías se basan en canciones
populares infantiles y melodías de danza europeas.
El proceso para presentar una melodía es el
siguiente:
1. Recitados rítmicos y/o rítmico-verbales que se
acompañan con instrumentos naturales
2. Crea una melodía para el recitado rítmico
3. Se añaden patrones melódicos con la voz y los
instrumentos. (p.211)
Las formas musicales que trabaja Orff son: el eco (repetición del fragmento inmediatamente
anterior. Es un recurso para el aprendizaje imitativo. Pueden ser interpretados
con la voz, los instrumentos corporales o los de percusión), el ostinato
(fragmentos que se repiten “obstinadamente” y sirven como acompañamiento
rítmico o melódico. Proporciona desarrollo del sentido rítmico y la
introducción de la polirritmia. Los bordones (superposición de ostinatos
melódicos) son el primer paso para inicar al alumno en la armonía) y el canon (composición
polifónica que estimulan el sentido de la imitación).
Este método
considera fundamental la improvisación musical ya que una de sus principales
metas, es el desarrollo de la creatividad de los alumnos. Su desarrollo parte
con la improvisación rítmica (combinación variada de palmas, pisadas, palmas en las rodillas y
chasquido de dedos, éstos planos sonoros favorecen la expresión rítmica libre),
luego la improvisación melódica (Los sonidos son de la escala pentatónica de do
(la-sol-mi-re-do), ya que se evitan los semitonos y favorece que las creaciones
siempre suenen bien) y finalmente con la improvisación armónica (Los
principales recursos son los instrumentos de percusión afinada - xilófonos,
metalófonos, carrillones - y viola de gamba), a veces se incluye también la
improvisación de movimientos. En todo momento están presentes la palabra y los
instrumentos (corporales y musicales).
Este método le da
principal importancia a los materiales ya que la utilización de los
instrumentos intentan ser una prolongación del propio hablar del
niño, su canto y movimiento. Además poseen agradables colores y timbres y están
hechos de tela, metal, piel de animales, madera, etc. Se pueden distinguir los
instrumentos de pequeña percusión (no afinada. como los de metal, de madera y
de membrana), los instrumentos de láminas o de placas (afinadas), los
instrumentos de viento (como la falluta de pico o dulce) y los instrumentos de
cuerda (la guitarra, violonchelo, viola de gamba, siendo soportes armónicos
para acompañar las melodías).
El método Orff tiene tanta vigencia en estos
días ya que aportan a la pedagogía
musical los instrumentos Orff, los cuales despiertan el entusiasmo entre los
niños de todas las edades. Además aporta canciones, rimas y refranes populares infantiles en las que se
basa forman parte de la formación musical y del bagaje cultural de la persona.
Por lo anterior,
este método funciona bastante bien en todos los niveles educativos.
Comentario personal:
María Luisa Tornero:
Me gustó mucho este texto y el modo como presentaba la educación musical hacia
los niños como una continua evolución. Considero fundamental el que la música
no se asocie únicamente con la voz (como suele pasar muchas veces en los
colegios principalmente más tradicionales), sino que incluya, además de instrumentos,
movimientos del cuerpo y el lenguaje.
Francisca Domínguez:
Comparto lo que dice mi compañera, y le agrego que me gustó la parte de
improvisación, creo que eso hace a la música algo más libre y entretenido. Sin
embargo, con respecto a los instrumentos, me pregunto si las escuelas de Chile
tienen los recursos necesarios como para invertir en ellos, ya que si bien es
fundamental difundirlos en la escuela, muchas veces se da más importancia a
otras cosas, o efectivamente hay materiales o gastos más urgentes aún. ¿Cómo
solucionar este problema? ¿Será una solución el que los niños inventen sus
propios instrumentos con materiales de la naturaleza?
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